Este tipo de contaminación produce diferentes alteraciones del aire, ya sean de naturaleza física (partículas en suspensión), química (Sustancias toxicas) o de otra clase (aumento de temperatura). Los contaminantes del aire pueden ser partículas solidas como el hollín, polvo, gases, vapores, humos, sustancias malolientes, aerosoles, etc.
Sus efectos pueden ser aumentos en la temperatura, el grado de turbidez o la densidad del aire. Cuando los contaminantes químicos se unen a una capa espesa de niebla se produce lo que se conoce como smog, causante de muchas muertes en personas con problemas respiratorios.
Los contaminantes industriales no sólo provocan un empeoramiento perceptible en la calidad del aire que respiramos, sino que al reaccionar más tarde generan a veces sustancias todavía más peligrosas.
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